martes, 16 de julio de 2013

POMPECABEZAS

Primero que nada chic@s, les envío un cordial saludo y espero que se encuentren perfectamente, hace un tiempo que he estado reflexionando acerca de las neurosis que podemos llegar a desatar cuando se trata de educar o simplemente de convivir como grupo (que para el caso da prácticamente lo mismo, tomando en cuenta que sigue siendo educación). Como quiera que sea, el pensar en todo esto me lleva a pensar: 1)en la complejidad del ser humano, 2) en todo lo que dice y en todo lo que deja de decir y 3) en su capacidad de autocontrol.
Es común que cuando se establece una relación del tipo que sea, te pasan mil ideas por la cabeza y miles de sentimientos, que muchas veces quedan ahí, en la cabeza ya sea por falta de ganas de expresarlas o por miedo a herir a la otra persona. sin embargo, en todo momento, lo que más demanda el ser humano es honestidad. pero bueno, no puedes tener honestidad y complacencia al mismo tiempo o ¿sí?
Como he mencionado anteriormente, las relaciones humanas, involucran de forma estrecha a la educación, ya que sin ella (y aún con ella), es muy complicado poder convivir con alguien sin sentir en algún momento ganas de matarlo (a) o de desaparecer del mundo y no volver a salir jejejeje; aunque ambas opciones pueden resultar tentadoras, no son la mejor solución y por eso, en teoría al menos, debemos aprender a respirar, tranquilizarnos y hablar y expresar aquello que sentimos.
Aunque parece fácil (en especial si tomamos en cuenta que el hombre tiene la capacidad del habla), la comunicación no es un proceso sencillo, ya que no es lo mismo hablar, que expresar y comprender. Digo esto, porque hay ocasiones en que por ejemplo, aún cuando podemos hablar con una persona acerca de lo que "nos pasa", hay muchas cosas que necesariamente se van a quedar en la cabeza y que pueden no llegar a ver la luz en lo que reste de nuestra existencia pero, ¿por qué?, ¿Acaso no se supone que para ser libres y poder seguir adelante no debemos dejar escapar todo lo que nos hace daño y decir lo que realmente nos pasa? Bueno, en teoría sí, pero lo que ahora pienso es que, aún cuando puedas exteriorizar parte del problema y parte de esos sentimientos, hay otra parte de ti o de "esa otra persona" que querrá conservar y que, a fin de cuentas, forman parte de ese rompecabezas que somos nosotros y, que si llegáramos a entregar, podría llegar a ser lastimada o destruida, lo cual representaría quizá un fracaso personal.
Tampoco se trata de desgarrar el Ser en explicaciones, ni mucho menos en administrar un antibiótico a un problema que va mucho más allá de nuestro entendimiento, pero sí en soltar esa pieza de más y poder conservar sólo aquel pedacito que realmente vale para reestructurar ese pedacito que pudo haber sido afectado por un conflicto que no nos permite ir a buscar esas otras piezas para seguir completando el rompecabezas.
Eso sí, expresando sólo necesario y comprendiendo el beneficio.




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